"S.O.S: ¡me arde la cara!"

Días fríos y ventosos como los de hoy provocan exclamaciones similares a las del título. Durante todo el invierno luchamos contra los efectos que dejan en nuestra piel las inclemencias del tiempo y los cambios bruscos de temperatura. Pero llegan las estaciones cálidas y no hay que bajar la guardia pues tanto las altas temperaturas como los aires acondicionados hacen estragos. Conclusión: debemos cuidar la piel todo el año.

Soluciones generales contra la irritación

La base de una piel confortable siempre es el cuidado diario: limpieza y tratamiento, buena alimentación y mucha, mucha agua. Tampoco hay que olvidar la visita periódica al dermatólogo, sobre todo al notar cambios en la piel, pues tal vez se requiera un diagnóstico específico de un profesional (ante la aparición de rosácea, por ejemplo).

Uno de los recursos express para aliviar la irritación son las brumas faciales. Al principio, en el mercado había sólo agua termal (Vichy, La Roche-Posay, Avène) y ahora van ingresando al mercado otras opciones con algún plus (ingredientes calmantes, relajantes, desinflamantes, hidratantes). Son muy prácticas -algunas vienen en tamaño pocket- para llevarlas en el bolso y aplicarlas en cualquier momento del día.

Se colocan rociando sobre el rostro y siempre quitando el excedente con un algodoncito o, mejor, presionando suavemente con un papel tissue. ¿Por qué? porque sino conseguiremos el efecto contrario. ¿Vieron qué pasa cuando salimos del agua y no nos secamos con la toalla? Se nos reseca la piel por la deshidratación. La piel toma la hidratación que necesita, el resto sobra y hay que retirarlo. (Nota: lo mismo hay que hacer después de aplicar el tónico en la rutina de limpieza, no hay que dejar que se evapore del rostro).

Brumas faciales, opciones varias 

Cada vez hay más opciones: con o sin fragancia, con propiedades específicas y para diferentes bolsillos. Comparto brevemente con ustedes mi experiencia y veredicto con 3 de los productos que he probado, aptos para todo tipo de pieles.

• Agua Fresca de Loto Blanco (Kenzoki): pschitt de cuidado y bienestar. Es relajante. Fiel a la filosofía del tratamiento sensorial, el dulce aroma de loto es una nube que te calma. Hidrata y suaviza la piel. Tiene 125ml. Ventajas: cumple con lo que promete y dura muchísimo. Desventaja: es la más cara de todas.

Agua Fresca de Loto de Kenzoki

• Bruma Facial Té Verde y Menta (Reino): es muy refrescante y de un aroma intenso que persiste en la piel. Es antioxidante. Promueve el proceso de renovación de la piel de 28 días. Dice en el prospecto que es para usarla todos los días, pero yo la uso de vez en cuando para hidratar. Tiene 200ml. Ventajas: es refrescante, revitalizante y accesible. Desventajas: el spray rocía muy fuerte y aunque promete hidratación, me deja un la piel un poco tirante. Prefiero usarlo en el cuerpo.

Bruma Té Verde & Menta del Reino

• Agua Termal (La Roche-Posay): es anti-radicales libres. Suaviza y descongestiona. No tiene fragancia y es muy refrescante. Apto para las pieles sensibles e intolerantes, al punto que se recomienda su uso en bebés y niños.Viene en 3 tamaños: 300ml, 150ml y 50ml. Ventajas: aunque la relación cantidad/precio señale la conveniencia de comprar el más grande, la edición de bolsillo es lo más práctico que existe. Desventajas: si bien el precio se encuentra entre los de los productos anteriores, tal vez no sea muy accesible.

Agua Termal de La Roche-Posay, tamaño pocket

Y ustedes ¿cómo combaten la irritación en el rostro?