La nueva adicción de Yves Saint Laurent
Una mujer ambivalente, escurridiza y obsesiva
poderosa e inquietante, inocente pero peligrosa.
Así es la mujer
Belle D'Opium
(2010), encarnada por la actriz Mélanie Thierry en el
controvertido spot de la fragancia. Envuelta en un etéreo vestido blanco, con un sugerente brazalete de oro y con labios en rojo fuego, realiza una danza sensual y adictiva. Éstas dos características resumen la personalidad del perfume floral-oriental que se ha vuelto uno de mis favoritos desde el día en que lo sentí sobre mi piel.
Mi antigua y mi nueva adicción
En mi adolescencia usé Opium (1977). Para quienes conozcan esa fragancia, tal vez piensen que era demasiado denso para una chica de 13 años. De hecho, eso lo pienso yo hoy. Aún guardo una miniatura, que recuerdo venía en un set con un talco y una loción para el cuerpo. También guardo el necessaire.
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El necessaire de fondo y abajo a la izquierda el dije del cierre |
Cuando ví que salía
Belle D'Opium
al mercado, pensé que sería la versión recargada de aquel
Opium que ya no me identifica tanto como antes. De todos modos lo probé. Las notas de salida (gardenia, jazmín, mandarina) me dieron una milésima de segundo de decepción: se parecía mucho a su antecesor. Pero después algo me atrapó.
Algo dulce y adictivo comenzaba a aparecer. El corazón de este perfume tiene lilas de Casablanca, melocotón, pimienta, incienso y ahí nomás aparecía la clave del hechizo: notas atabacadas del flamante "acorde Narguilé". El tabaco no es ese olor penetrante de la pipa encendida, sino un olor suave y dulce, tirando a miel y un dejo a chocolate. Ahora que lo puedo describir, entiendo por qué me gustaba tanto, cuando niña, sacarle los cigarrillos a mi papá simplemente... ¡para olerlos! (aclaro: nunca fumé ni lo pienso hacer). Y las notas de fondo son el sello que terminan de definir este jugo: pachulí, ámbar y -otro de mis ingredientes favoritos- el sándalo.
Aunque he leído ciertas opiniones que argumentan que
Belle D'Opium
es
"sólo una movida marketinera de YSL", yo aplaudo de pie a Honorine Blanc y a Alberto Morillas. Estos perfumistas de Firmenich crearon el "acorde Narguilé" (
Aninka ya se preguntaba en su blog a qué se refería). Así que si lo googlean, no van a encontrar mayor información al respecto: es un nuevo y genial invento, cuyas raíces pareciera ser que para limpiar los narguilé del olor a tabaco se usa agua y miel.
La botella
La forma del frasco evoca al antiguo
inrô. Los bordes tienen un azul eléctrico intenso que se funde con un centro dorado. En el medio, un pabilo rojo que cruza la botella, dándole la intensidad del fuego. Y la corona es el tapón redondeado, como de oro. Viene en ediciones de 30 ml, 50 ml y 90 ml y su lanzamiento oficial será en unos días (pero recién comenzará la campaña publicitaria para octubre).
Si quieren saber más sobre este perfume, sus creadores y hasta el look de Mélanie -como Belle- para el
spot, pueden clickear
AQUÍ.
Ustedes ¿se dejan sorprender por un perfume o son más conservador@s?